¿Puede una historia donde las hormigas son las protagonistas ser intrigante, fascinante, adictiva, misteriosa y emocionante? Pues la respuesta es que sí, sin duda.
Un joven desempleado hereda la vivienda de su tío, con la indicación expresa y tajante de que jamás acceda a su sótano. Por otro lado, una expedición de hormigas exploradoras es totalmente aniquilada por un arma desconocida para ellas. Cuando la única superviviente trata de alertar a su comunidad, no sólo la reciben con indiferencia, también es perseguida hasta la muerte.
Bernard Werber ha conseguido que su libro se haga merecedor de todos esos adjetivos, gracias a un profundo conocimiento de estos insectos sociales y a una hábil trama, en la que se entretejen las peripecias de los humanos y la de estos minúsculos animalitos, para confluir en una final que parece indicar una dirección y que, por último, da un giro radical y sorprendente dejándonos boquiabiertos y ansiosos por leer la segunda parte de esta novela.
Con un principio y un final extraordinarios, quizá tiene algunos momentos, hacia el último tercio del libro, que me hicieron recordar las ingenuas aventuras de la abeja Maya y sus amigos, pero eso no es óbice para darle la máxima valoración al conjunto.
A destacar, la ingeniosa forma de resolver los "diálogos" entre los insectos, y el profundo carácter divulgativo, a la par que narrativo, de esta aventura en miniatura. Sin duda un libro muy recomendable para los amantes de la scifi y de la biología.
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